Adiós a la papada: el sencillo truco con una cuchara para un rostro más delgado y joven que arrasa en España

La papada o doble mentón consiste en una acumulación de grasa debajo de la barbilla que se extiende hacia gran parte del cuello, independientemente de la persona, su edad o complexión física. Su aparición puede estar relacionada con diversos factores, como el sobrepeso o la genética; sin embargo, uno de los principales motivos por los que se desarrolla es el proceso natural de envejecimiento.

A partir de los 30 años, la producción de colágeno y elastina en la piel disminuye progresivamente, lo que ocasiona que los músculos del cuello pierdan tono y cedan ante la gravedad. Como resultado, la piel se vuelve más flácida y comienza a acumularse debajo del mentón, formando y, en ocasiones, enfatizando en mayor medida la papada.

Aunque la cirugía sea una de las soluciones más efectivas, cada vez más personas apuestan por el yoga facial para devolver esa firmeza a zonas que la han perdido. En el caso de la papada, la experta Lucía Lipperheide, recomienda un ejercicio muy sencillo para el que únicamente necesitamos una cuchara y una crema hidratante.

El truco de la cuchara para eliminar la papada

El yoga facial se ha convertido en la disciplina estrella en cuanto a tratamientos de belleza, ganando popularidad en todo el mundo por sus múltiples beneficios. Esta práctica, que combina ejercicios para los músculos del rostro con técnicas de respiración y relajación, promete no solo una piel más firme y radiante, sino también una mejora en la salud general.

Uno de los principales atractivos del yoga facial es su carácter no invasivo. A diferencia de otros tratamientos de belleza, como el bótox, esta disciplina no requiere de procedimientos médicos ni químicos, simplemente de nuestras propias manos o, en ocasiones, de utensilios como la piedra gua sha o, incluso, una cuchara.

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El uso de la cuchara fría es un truco casero que lleva años participando en la rutina de belleza de miles de personas. Esta práctica puede ayudar a reducir la hinchazón, suavizar las arrugas y mantener el óvalo facial; además, cuando la empleamos para realizar masajes en la zona del cuello, podemos tonificar la zona y tratar la piel colgante.

Tal y como explica la creadora de contenido, Lucia Lipperheide en su perfil de Instagram, para realizar este masaje tenemos que empezar por colocar una cuchara de sopera en el congelador durante aproximadamente diez minutos. Una vez que el utensilio haya alcanzado la temperatura deseada, se debe combinar su uso con una crema hidratante de preferencia. 

La aplicación de la crema ayuda a nutrir la piel, mejorar su elasticidad y facilitar el deslizamiento de la cuchara, potenciando así el efecto reafirmante. Por ello, para conseguir los efectos deseados, primero tenemos que extender el producto en el cuello y la zona de la papada.

A continuación, tenemos que deslizar la cuchara fría con movimientos ascendentes, desde la parte baja del cuello hacia la barbilla. Es importante realizarlos con una presión moderada, lo suficiente para estimular la piel sin causar molestias o dolor.

Este proceso ayuda a activar la circulación sanguínea y linfática, promoviendo la eliminación de toxinas y reduciendo la retención de líquidos que puede contribuir a la flacidez de la piel. De esta forma, ayudamos a tonificar los músculos subyacentes y a reducir la acumulación de grasa, promoviendo así una apariencia más firme y definida en la línea del mentón y el cuello.

Después de realizar los movimientos ascendentes, Lipperheide realiza movimientos circulares en la misma zona. Esto contribuye a una mejor absorción de la crema hidratante y refuerzan el efecto reafirmante al estimular la producción de colágeno y elastina, componentes esenciales para mantener la piel firme y tersa.

Con el tiempo y con constancia en su aplicación, este método puede contribuir a la reducción de la papada y mejorar visiblemente la definición del contorno facial. Además de estos beneficios físicos, la combinación de la cuchara fría, la crema hidratante y los masajes proporciona una sensación refrescante y relajante, lo que puede ayudar a reducir la tensión en la zona del cuello y mejorar el bienestar general. 

Para obtener resultados, lo recomendable es realizar este tratamiento de manera regular, preferiblemente una o dos veces al día, dependiendo de las necesidades individuales.